Recordando... (arechigaoriz.com) Post anteriores

Bueno, pues el blog arechigaoriz.com sigue disponible, nada mas que pues si hace falta tiempo para mantenerlo en linea... pues como esta con una conexion de infinitum, la direccion esta cambiando a cada rato... y hay que modificar el dominio, habia pensado ponerlo en no-ip.com, para ponerlo en un subdominio, pero igual el verano ya va a acabar y se van a llevar el servidor... asi que mejor seguimos aqui, recordaran aquel post que el Lic. Wilson puso... uno que a lo mejor todos leimos pero nadie comento acerca de el, lo vuelvo a poner aqui para que lo piensen de nuevo. Estamos pendientes!

Cada una de las palabras que se pronuncian son terriblemente trascendentes para la vida de quien las dice y para la vida de quien las escucha.

En cierta ocasión, un estudiante de la Facultad de Ingenieria y Tecnología (FIT) compraba su desayuno en la cafeteria universitaria, el pedido fue hecho a ventanilla, asi que mientras éste estaba parado esperando, pasó un compañero suyo y grito: “un burro¡¡” (así se le llama a una comida típica en el norte de México), los asistentes de la cafeteria tomaron el pedido, y el estudiante de la FIT tomo el mensaje para sí, creyo que la persona que paso gritando le había dicho “burro” (en México es una manera de referirse a una persona tonta). Algunos otros que estaban esperando su desayuno, dijeron: “¿escuchaste que dijo?… fue a tí”, “se lo dijeron a él” -dijo otro, y sin haber señalado al estudiante de la FIT, éste miró fijamente al asistente de la cafetería y contestó: “a las cosas hay que llamarlas por su nombre ¿no?”, aceptando de esta manera que él es un “burro”.

Lo anterior es un claro ejemplo de la influencia que las palabras tienen en nuestra mente. Piensa un poco en como ha sido tu vida durante los últimos dos años (nada mas para no hacerte recordar todo aquello bueno o malo que has escuchado en toda tu vida), ¿estás acostumbrado(a) a escuchar palabras ofensivas? ó ¿quizá palabras de bendición? Como sea, toma en cuenta que tarde o temprano repercutirá en tus pensamientos, en tus ideas, en tu palabras y en tus acciones.

¿Eres consciente de lo que dices? Si es así seguramente serás capaz de entender tus pensamientos y saber que podrías transformar a quienes te rodean a través de tus palabras.

Cuida lo que dices, porque es muy probable que digas mas de lo que quieres, cada vez que abres tu boca para decir cualquier cosa, también hablas de aquello que no quieres que los demás sepan. Es como jugar a las adivinanzas involuntariamente. Para entender esto piensa en una fruta de las que comunmente conoces, la que tu quieras, ahora pidele a alguién que te escuche, dile que vas a hablar acerca de una fruta comun, pero que no le vas a decir el nombre de esa fruta, ahora hablale acerca de esa fruta sin mencionar el nombre y después de que termines de hablar acerca de esa fruta preguntale si él sabe a que fruta te refieres; es muy probable que el sepa a que fruta te referías. Bajo el mismo principio hablamos de aquellas cosas que no queremos. Junto a esto cabe señalar todos esos refranes que tanto escuchamos:

- El que hambre tiene en pan piensa.

- De la abundancia del corazón habla la boca, etc.

Mejor piensa en todo lo bueno que puedes hacer, al cuidar lo que dices. A veces es mejor estar como “pescado en la tabla… con los ojos abiertos sin decir nada”, y es que para poder decir hay que saber decir, pero eso es tema de otro momento…

Wilson A. Ek May, Psicólogo Educativo

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